Una veintena de señores vestidos con chaquetas rojas (al estilo bar de la tercera edad), gorros de tamaño XXL con forma de luna (el escudo del pueblo tiene una luna supongo que será por eso) e insignias de Coca-Cola en la solapa, se paseaban como si estuvieran verificando que todo funcionaba bien.

Estos señores con gorro se dedicaron a presentar y agradecer cada una de las representaciones que se llevaron a cabo durante toda la noche. Durante más de 7 horas gente del pueblo se dedicó a amenizar la noche.
Una pareja de 70 años representaron una pareja del pueblo de 70 años leyendo el periódico por la mañana. No entendí nada, por supuesto, pero no fui el único, sólo se rieron los del pueblo (la mayoría). Parece que se rieron hasta de las farolas del pueblo, desde su alcalde hasta los vecinos del pueblo de al lado, pasando por el carril bici que pasa por allí.

La orquesta del pueblo, en la que había desde jóvenes hasta abuelos, se ocupó de la música. Todos los pueblos que se merezcan llamar pueblos tienen su orquesta, en la que se toca música instrumental y folk.
A las 2:00 h terminó el espectáculo y se abrió un bar en uno de los laterales de la sala. En la que se escuchaba música discotequera y los jóvenes bebían leche con Licor 43.
Quién me lo iba a decir cuando salí de casa vestido de monje franciscano..
¿Sabéis si las chirigotas e Cádiz son así o esto sólo pasa a este lado del Rin?
No hay comentarios:
Publicar un comentario